Uso inteligente de las tarjetas de crédito

No caiga en errores comunes y aproveche las ventajas de las tarjetas de crédito.

Principales conclusiones

✓ Anote siempre la cantidad adeudada y la fecha de pago para pagar siempre a tiempo. De ser posible, automatice el pago.

✓  Lea el contrato de la entidad emisora de la tarjeta para conocer las condiciones y penalizaciones.

✓  Fíjese en las bonificaciones, las devoluciones de dinero y otras ventajas solo cuando tenga la confianza de poder pagar todos los meses el saldo completo.

✓  Siga los mismos principios con otros tipos de crédito (p. ej., préstamos de bancos, por Internet, de amigos o de entidades de préstamos rápidos).

✓  Considere la posibilidad de pagar la mayoría de las compras con dinero en efectivo o tarjetas de débito.

 

Las tarjetas de crédito forman parte de nuestra vida diaria. Salir de casa sin tener que cargar con dinero en efectivo es genial —como lo es recibir un billete de avión o una habitación de hotel gratuitos, devoluciones de dinero y otras bonificaciones—. No solo los bancos las emiten. Es posible que también tenga algunas de negocios minoristas y supermercados. Las tarjetas de crédito, y sus equivalentes de pago por teléfono o Internet, son cómodas y fáciles de usar.

Pero esa comodidad tiene una desventaja: las tarjetas de crédito y los pagos por teléfono o Internet puede también generar problemas de deuda. Por eso resulta importante entender la función de las tarjetas de crédito en su vida financiera. Los siguientes consejos sobre cómo usar tarjetas de crédito y métodos de pago por teléfono o Internet le ayudarán a evitar meterse en problemas y, al mismo tiempo, sacar el máximo provecho posible de estos recursos.

1. Preste atención al total de los pagos mensuales de deudas

Muchos asesores financieros sugieren que el total de los pagos mensuales de deudas —incluidas la hipoteca, los préstamos para vehículos/transporte, los préstamos estudiantiles y el pago de tarjeta de crédito— no debería sumar más de una tercera parte de los ingresos. Si está cerca de esa cantidad, quizá deba cancelar otros préstamos y limitar las compras a crédito. Tener una deuda mayor de la que puede manejar aumenta el riesgo de saltarse pagos e incrementar la carga de intereses, lo cual es probable que ponga en peligro el cumplimiento de sus metas financieras a largo plazo, como ahorrar para su futuro, comprar una casa o cubrir gastos imprevistos.

2.  Lea la letra pequeña

No todas las tarjetas de crédito tienen las mismas condiciones ni cobran lo mismo. Algunas tienen comisiones anuales, mientras que otras cobran comisiones por transferencias de saldo, adelantos de dinero en efectivo, superación del límite crediticio u otros trámites. Para pagar lo menos posible por esos cargos, elija una tarjeta con estructuras de intereses y comisiones que se correspondan con los hábitos de gasto que espera tener. Por ejemplo, si no cancela la totalidad del saldo de su tarjeta todos los meses, elija la tarjeta con el tipo de interés más bajo que pueda encontrar. Solo considere tarjetas de crédito con programas de bonificación cuando tenga la intención de cancelar el saldo todos los meses. Tenga en cuenta que ese tipo de tarjetas suelen tener tipos de interés más altos o comisiones de mantenimiento anuales. 

Para determinar qué tarjetas le convienen más, deberá leer y entender el acuerdo de la póliza de tarjeta de crédito de la entidad emisora. Fíjese cómo y cuándo podría subir el tipo de interés, por qué se le cobran comisiones (en especial, si le cobran por no pagar el saldo completo) y, si viaja, cómo la entidad emisora le cobrará las transacciones hechas fuera de su país. Si sigue teniendo dudas, comuníquese con la entidad emisora; la mayoría cuenta con recursos para explicarle el acuerdo. No deje que el atractivo de las posibles bonificaciones lo distraiga de las comisiones que podría tener que pagar con regularidad.

3.  Use las tarjetas de manera segura

Los fraudes de tarjeta de crédito y el robo de identidad son riesgos importantes. La mayoría de los titulares de tarjetas no son responsables de los cargos fraudulentos que cargan en ellas, pero aun así, mantener sus datos a salvo es su responsabilidad. 

Para reducir el riesgo de fraude, tome la iniciativa de revisar los extractos mensuales de la tarjeta de crédito y consultar su cuenta con mayor frecuencia. Conserve los recibos para poder compararlos con los extractos y cargos mensuales. Si detecta transacciones que no reconoce, notifíqueselo de inmediato a la entidad emisora de la tarjeta. Y, por supuesto, denuncie de inmediato la pérdida o el robo de la tarjeta. 

Muchas empresas de tarjetas de crédito ofrecen la posibilidad de que emitir una alerta cuando se usa la tarjeta. Active esa función para poder ver cada compra registrada y así tener presente en qué está gastando el dinero e identificar cargos que puedan ser fraudulentos.

4.  Saque el mayor provecho posible de las recompensas

Las bonificaciones de tarjeta de crédito —como puntos para canjear por productos, kilómetros en compañías aéreas o acceso a clubes exclusivos— son muy populares. Las tarjetas que ofrecen bonificaciones en efectivo también pueden ayudarle a ahorrar. Si va a usar una tarjeta de crédito para una compra necesaria, le conviene recibir devoluciones en efectivo si —y solo si— paga el saldo completo. Para eso hace falta tener disciplina, pero vale la pena.

Muchas empresas de tarjetas de crédito le permiten recibir las devoluciones de dinero directamente en la cuenta bancaria o usarlas para cancelar parte de su saldo pendiente. Algunas tarjetas de crédito le permiten depositar las bonificaciones en cuentas de ahorros no tradicionales (por ejemplo, en una cuenta de ahorro de estudiante). De esa manera, las compras que hace con tarjeta de crédito pueden ayudarle a alcanzar otras metas financieras.

5.  Cancele saldos de manera estratégica y siempre dentro de plazo

Cuanto antes cancele los saldos pendientes, menos tendrá que pagar de intereses de deuda. Si no puede pagar el saldo entero de una tarjeta todos los meses, revise su presupuesto para ver cuánto puede destinar a ese pago.

Evite tener demasiadas tarjetas de crédito, ya que la tentación de gastar hasta el límite de cada una puede ser muy grande. Si las tiene, hacer los pagos mínimos de una tarjeta puede tener sentido si forma parte de una estrategia para cancelar deudas de tarjetas con tipos de interés más altos. Es probable que eso le ayude a ahorrar dinero con el tiempo. También podría permitirle transferir saldos a una tarjeta con tipos más bajos, en especial como parte de una oferta de incorporación. Dado que las tarjetas de crédito suelen cobrar tipos de interés más altos que otros tipos de deuda, suele ser conveniente concentrarse en reducir las deudas de tarjetas antes de cancelar otros préstamos con pagos adicionales, como hipotecas o préstamos para vehículos. 

Aunque es preferible cancelar el saldo entero, siempre es importante seguir haciendo al menos los pagos mínimos y en fecha de todas las deudas, para evitar que aumente su cuantía (por los intereses y otros cargos). Recuerde que, si bien puede usar sus tarjetas de crédito como si fueran dinero en efectivo, no son solo una herramienta para hacer transacciones. Pueden repercutir en sus metas financieras. Tómese un tiempo a ver cómo encajan las tarjetas de crédito en el contexto de su presupuesto, el panorama general de sus deudas y otras prioridades financieras, para poder sacar el mayor provecho posible de su uso.

Es posible que donde viva sean más comunes otros tipos de préstamos (por ejemplo, préstamos de bancos, de familiares o, los peores de todos, de entidades de préstamos rápidos). Puede seguir una metodología similar: tenga claro cuánto debe y cuándo debe pagarlo, cuál es el tipo de interés y qué penalizaciones hay por saltarse los pagos. Si bien no suelen tener bonificaciones, no se deje engañar por las ofertas que le hagan que no se traten de costes más bajos (intereses o comisiones de mantenimiento).

6. Haga que gastar le resulte más difícil

Es casi imposible desendeudarse si siguen añadiéndose nuevas compras al importe de la deuda. Si aun así quiere usar una tarjeta de crédito, evite cargar más de lo que puede cancelar en un mes y siempre pague en fecha. Considere la posibilidad de esconder sus tarjetas para no poder seguir usándolas… o tan solo déjelas en casa cuando salga. Eso es más fácil decirlo que hacerlo cuando compra por Internet o usa sistemas electrónicos. 

Algunos vendedores por Internet le ofrecen la opción de guardar sus datos de pago. Si tiene la posibilidad, rechace esa opción. Muchas veces, lo único que se necesita para evitar hacer compras innecesarias es que gastar dinero le resulte un poco más difícil. 

Aunque pueda parecer un retroceso, el uso de dinero en efectivo para hacer las compras deja más de manifiesto cuánto cuestan en realidad las cosas y cuánto dinero está gastando. Pruébelo por un tiempo y vea cómo repercute en sus gastos. Otra opción para evitar gastar de más es usar tarjetas de débito.

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