El dinero y su relación de pareja
En una relación romántica, es fácil dejarse llevar por el corazón, pero es importante tomarse un tiempo para hablar también sobre temas económicos.
Finanzas para parejas: seis conversaciones esenciales
Puede que el dinero sea lo último que se le pase por la cabeza en los fascinantes primeros días de una relación, pero, antes de hacer cualquier cambio importante, como irse a vivir juntos, conviene pensar en cuestiones prácticas. Aunque cada país impone requisitos diferentes, las parejas casadas o de hecho suelen tener derechos y protecciones legales que las parejas no casadas que viven juntas no poseen. Si no tienen pensado casarse, quizá les convenga tomar algunas medidas adicionales para consolidar sus derechos y proteger lo que construyan juntos.
Ingresos y deudas
Hablar sobre cuánto dinero gana cada uno puede ser un tema delicado. Otro es el de las deudas, como hipotecas, tarjetas de crédito, otras deudas de consumo y préstamos para vehículos. Pero, para tomar decisiones juntos, es importante dejar claro cuánto dinero ingresan y cuánto dedican al pago de deudas. Los ingresos podrían incluir más que el sueldo base. En algunos casos, quizá les interese tener en cuenta el valor de otros tipos de remuneración, como bonificaciones y subsidios. Realizar una evaluación integral de su situación financiera puede ayudarles a determinar cómo dividir los gastos compartidos y ahorrar para el futuro.
División de gastos
Determinen desde el principio cómo administrar los gastos domésticos. Esto facilitará el pago de las facturas mensuales y les brindará regularidad cuando planifiquen para el futuro. Consideren la posibilidad de hablar sobre responsabilidades financieras y el pago de facturas para establecer una estrategia que funcione a ambas partes. Podría incluir hablar sobre compartir cuentas o mantenerlas separadas.
Ahorro para el futuro
Cuando los matrimonios se divorcian, parte del acuerdo de divorcio suele implicar la división de cuentas de jubilación. En la mayoría de los países, las parejas no casadas no cuentan con un mecanismo jurídico que les garantice una división equitativa.
Puede ser importante que cada integrante de la relación ahorre para la jubilación por su cuenta. Pero también es importante hablar sobre ahorrar e invertir. Consideren tener una conversación sobre qué cantidad de ingresos ahorrarán para la jubilación, y cuánto podrían ahorrar para metas futuras, como irse de vacaciones, comprar una casa, celebrar una boda o tener hijos. En la conversación deberían considerar la posibilidad de que uno de los dos deje de trabajar por un tiempo para ampliar la familia.
Propiedad de los bienes
Tengan en cuenta los bienes que cada uno aporta a la relación. También puede ser útil hablar sobre qué sucedería con las cosas que han comprado juntos si se separaran. Otro tema que pueden tener en cuenta son los regalos y las herencias que reciba una de las partes. En algunos casos, podrían entrar en juego bonificaciones o compensaciones en acciones.
Este es otro posible inconveniente, ya que algunos países reconocen las uniones de hecho y pueden imponer leyes de comunidad de bienes matrimoniales. En este contexto, aunque una pareja no se case «oficialmente», después de convivir durante un tiempo determinado, el derecho consuetudinario los trata como si estuvieran casados. Si las cosas no van bien, los bienes adquiridos durante el «matrimonio» se dividen en el momento de la separación, sin importar quién es el dueño legal en ese momento. Un abogado o asesor financiero puede explicarles mejor las leyes que podrían aplicarse en su país.
Situaciones hipotéticas
El matrimonio otorga ciertos derechos si una de las partes enferma o fallece; esto podría no ser así con la convivencia. Podría tener sentido elaborar documentos legales que les ayuden a proteger al otro si ocurre lo menos pensado. Por ejemplo, ser copropietarios de inmuebles y cotitulares de cuentas contribuye a garantizar el acceso a esos inmuebles y esas cuentas si una de las partes fallece de repente. Los inmuebles con copropiedad y las cuentas bancarias y cuentas de inversión con cotitularidad suelen transferirse al propietario o titular superviviente. Como dijimos antes, un abogado o asesor financiero puede ayudarles con esto.
Consideren la posibilidad de suscribir un acuerdo por escrito
Tal vez sea buena idea redactar un acuerdo escrito, similar a un acuerdo prenupcial. En él podrían incluir de todo, desde el pago de facturas hasta la división de bienes inmuebles en caso de que la relación no funcione. Para asegurarse de que ambas partes queden protegidas y se hayan tomado en cuenta todas las implicaciones fiscales, es recomendable consultar también con un abogado o un asesor financiero.
Documentos legales que las parejas deberían considerar
Si bien las normas fiscales y las leyes de cada país son diferentes, deberían tener en consideración los siguientes principios generales y adaptarlos a su país de residencia:
Los testamentos vitales recogen qué tratamiento desea recibir una persona si sufre una lesión o una enfermedad graves y no puede tomar decisiones por sí misma.
Los poderes notariales le permiten elegir a un representante para tomar decisiones médicas o financieras y pagar facturas a su nombre si usted no puede.
El testamento es un documento legal en el que puede expresar sus deseos en relación con temas tales como el reparto de sus bienes y el cuidado de hijos menores de edad cuando usted fallezca.
Guía para combinar las finanzas (o no)
Compartir gastos y ahorrar para metas comunes pueden ser piezas financieras fundamentales para una relación de cohabitación. En esencia, hay tres métodos entre los que elegir para coordinar el dinero: mantener cuentas separadas y buscar una manera de dividir los gastos y ahorros comunes a partes iguales; hacer una combinación parcial de las finanzas para cubrir las facturas de la casa, gastos comunes y ahorros compartidos; y combinar las finanzas por completo y usar cuentas conjuntas para los gastos y el ahorro (salvo para la jubilación).
Separadas por completo
+ Cada persona puede conservar su propio dinero y administrarlo.
- Asegurarse de que la división de los gastos y los ahorros sea equitativa requiere un esfuerzo continuo.
En parte separadas y en parte combinadas
+ Puede crearse un presupuesto que comprenda las facturas de la casa y los gastos conjuntos; es fácil hacer un seguimiento de los pagos de gastos conjuntos; las partes tienen cierta libertad para sus gastos y ahorros personales.
- Es necesario hacer cálculos por anticipado para determinar cuánto dinero debe aportar cada uno a las finanzas del hogar.
Conjuntas
+ Cómodo para pagar facturas y hacer un seguimiento de los gastos y del ahorro; compartir la titularidad de las cuentas bancarias y de inversión puede ser una medida sencilla de planificación patrimonial.
- Los hábitos de gasto no siempre concuerdan; una parte podría tener más deudas que la otra; puede resultar difícil determinar qué le corresponde a cada uno.
Cancelación de deudas como pareja
Trabajar en equipo para gastar menos de lo que ganan y priorizar el pago de deudas puede ayudarles a equilibrar su situación financiera. Antes de destinar todo a su plan de liquidación de deudas, considere la posibilidad de revisar sus ahorros.
Si la empresa donde trabaja ofrece un plan de ahorros para la jubilación y su empleador iguala sus aportaciones, intente ahorrar al menos lo suficiente como para recibir la aportación máxima de su empleador: es como recibir «dinero gratis».
Para asegurarse de poder seguir priorizando el pago de sus deudas a lo largo del tiempo, reserve algo de dinero en efectivo para cubrir gastos de emergencia. Después considere la posibilidad de seguir un orden metódico en el pago de las deudas.
Saldos de tarjetas de crédito con intereses elevados
Si tiene saldos de varias tarjetas de crédito, debería consolidarlos en un único préstamo o transferir el saldo a una sola tarjeta de crédito si puede conseguir un buen tipo de interés.
Otra opción es aplicar los métodos de «bola de nieve» o «avalancha», que consisten en hacer pagos adicionales para liquidar los saldos de uno en uno (mientras paga el mínimo o más de los saldos de las otras tarjetas). Con el método de bola de nieve, comenzaría a realizar pagos adicionales para cubrir la tarjeta con saldo más bajo y así cancelar la deuda rápido. Una vez cancelada, puede destinar los pagos que hacía a esa tarjeta al siguiente saldo más bajo junto con otro pago adicional que pueda hacer.
Con el método de avalancha, efectuaría pagos más agresivos para cancelar el saldo de la tarjeta de crédito con tipo de interés más elevado. Después de haberlo cancelado, puede dedicar esos pagos a cubrir el préstamo que tenga el siguiente tipo de interés más alto. Este método es el que más dinero puede hacerle ahorrar a largo plazo porque comienza por cancelar los préstamos más caros.
Préstamos estudiantiles del Gobierno, préstamos para vehículos e hipotecas
Pague el monto mensual mínimo de sus préstamos estudiantiles, si los tiene, de sus préstamos para comprar vehículos y de sus hipotecas mientras cancela las deudas con intereses más elevados. Dichos préstamos pueden tener tipos de interés más bajos y, según donde viva, algunos pueden ofrecerle ventajas fiscales. Por eso, suele convenir pagar el mínimo mensual y centrar el resto de su presupuesto en los préstamos con tipos de interés más elevados.
Establecimiento de metas financieras a corto y largo plazo
No es necesario que las metas sean financieras, pero muchas de las grandes metas de la vida tienden a tener un elemento económico. Piense, por ejemplo, en las vacaciones. Hacer un viaje juntos puede ser la primera gran prueba de una relación, pero hace falta planificación y ahorro para poder emprenderlo.
Algunas metas importantes para las cuales planifican las parejas suelen ser comprar una casa, celebrar una boda o formar una familia. En cuanto al largo plazo, las parejas pueden ahorrar para la educación de un hijo o planificar las inversiones y el ahorro para la jubilación como familia.
Trabajar en equipo y alcanzar metas puede fortalecer su relación y contribuir a que ambos crezcan juntos. También puede poner de relieve sus valores y metas comunes. Después de todo, la cantidad de dinero y el tiempo que tienen son limitados. Dedicarse a una meta en lugar de a otra tiene un coste de oportunidad asociado, por lo que establecer metas con su pareja es una forma de afirmar su compromiso.
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