Repartición de bienes por divorcio

No todos los bienes son iguales: algunos conllevan un coste e impuestos. 

Crea un plan de repartición de bienes. Plantéatelo en términos de valores, no de bienes

Uno de los factores más importantes relacionados con la calidad de vida después del divorcio consiste en saber cómo se reparten los activos y pasivos en común. Así, para tomar decisiones sustentadas ante un divorcio, es importante entender los diferentes tipos de bienes y los costes e impuestos asociados a cada uno de ellos. 

 

Las principales fuentes de riqueza de todo hogar suelen ser las propiedades y los planes de pensiones. Tu casa puede valer mucho, pero, si uno de los dos se queda con la casa, es necesario tomar en cuenta los costes asociados, incluidos el pago de la hipoteca, los impuestos y los gastos de mantenimiento y de reparación. Puede que tú o tu pareja hayáis acumulado mucho dinero en planes de pensiones. Esas cuentas se concibieron para usarlas durante la jubilación, pero, a veces, durante un divorcio, podrías necesitar hacer reembolsos anticipados. Recuerda que podrías tener que pagar impuestos y penalizaciones (según las leyes fiscales de tu país) por esos reembolsos anticipados. 

Algunos objetos tienen un valor sentimental superior al valor monetario. Otros bienes como los seguros de vida pueden brindar tranquilidad a largo plazo, así como cierto valor monetario, en caso de que sean seguros de vida integrales o universales. 

Puede ser que los asuntos más emocionales no sean los más importantes cuando pases a la siguiente etapa de tu vida. 

 

Comprueba cuál podría ser tu situación financiera después de tu divorcio 

Dejando a un lado los asuntos emocionales —totalmente válidos—, antes de determinar cómo repartir tus bienes, deberías pensar en las posesiones y deudas que tanto tú como tu parejas tengáis. Eso puede incluir algunos de los siguientes elementos (o todos ellos): 

  • Propiedades 
  • Vehículos 
  • Cuentas financieras 
  • Bienes personales 
  • Deudas y préstamos 

Cuando penséis en cómo repartir esos bienes y obligaciones, siempre es recomendable hablar con un abogado para entender y evaluar las diferentes consideraciones. Quizá también te convenga buscar asesoramiento financiero o fiscal personal, ya que puede resultar difícil determinar el valor de algunos de esos bienes y obligaciones. Durante el proceso de divorcio, toma en cuenta estos consejos:  

9 cosas básicas que deben hacerse durante un divorcio  

1. Empieza a hablar de detalles específicos.

Infórmate sobre las leyes de repartición de bienes, manutención conyugal o pensión alimenticia (si corresponde) de tu país, región o estado. Después, piensa cómo quieres vivir durante el divorcio y qué tipo de vida quieres tener cuando haya concluido. Contar con un asesor financiero o un gestor que colabore con el abogado o mediador a cargo de tu divorcio puede ayudarte a tomar decisiones sobre el acuerdo de divorcio para desarrollar y proteger tu intención de vivir cómodamente cuando te jubiles. Un profesional de las finanzas también podría ayudarte a determinar el presupuesto y la estrategia de inversión que podrías llevar a cabo en tu etapa posterior al divorcio. 

2. Reúne todos los registros. 

Haz una copia clara de todas tus declaraciones de impuestos, solicitudes de préstamos, testamentos, fideicomisos, extractos bancarios, datos bancarios, resúmenes de cuentas de valores, documentos de préstamos, resúmenes de tarjetas de crédito, escrituras de propiedades y registros de vehículos. Tenga también en cuenta los resúmenes de pago hasta la fecha de ambas partes y los valores con tasación fiscal de las propiedades (o sus tasaciones actuales, con una antigüedad inferior a seis meses). Si eres dueño de alguna empresa, deberías presentar declaraciones de pérdidas y ganancias y balances de fin de año. No olvides copiar los registros que puedan rastrear y verificar bienes de los cuales solo una de las partes sea titular (por ejemplo, herencias o regalos familiares). Intenta reunir como mínimo lo relativo a tres años (o más, según se exija en tu lugar de residencia para la parte de revelación financiera del proceso jurídico). 

3. Conoce tus deudas. 

Las deudas ocultas son una sorpresa bastante común entre los matrimonios que se divorcian. Consulta con un experto en asuntos jurídicos en qué medida tienes responsabilidad por cada deuda, incluidas las deudas contraídas mediante tarjetas de crédito y préstamos emitidos a nombre de ambas partes, incluso cuando tú no hayas sacado rédito de dichas deudas. Considera la posibilidad de cerrar las cuentas de crédito conjuntas y pasarte a cuentas personales para que la solvencia de tu expareja no te afecte a ti (en caso de que esto se aplique en tu lugar de residencia). 

4. Documenta los bienes domésticos. 

Haz fotos de los objetos valiosos del hogar (joyas, obras de arte, antigüedades y quizá objetos que tengan un valor sentimental). No sería raro que las parejas que se divorcian se oculten bienes entre sí. 

5. Obtén una parte justa.

Según las leyes de tu país, región o estado, y dependiendo de la duración del matrimonio, quizá tengas derecho a una proporción importante (p. ej., la mitad) de todos los bienes adquiridos durante el matrimonio o aportados al mismo. Entiende las leyes. Aunque haya bienes que no te interesen, tal vez puedas intercambiarlos por algo que sí quieras. Si ayudaste a tu pareja a conseguir un título de educación superior, podrías tener derecho a que te reembolse parte del coste de la matrícula. 

6. Lleva un registro detallado de los gastos legales.  

Lleva un registro detallado del trabajo que están haciendo los abogados para representarte. Recuerda que tu abogado es un profesional al que pagas y es probable que te facture por horas. Sé consciente de cuánto tiempo pasas con tu abogado y cuánto tiempo le dedica a tu caso. Hacer parte del trabajo preliminar con antelación te permitirá ahorrar tiempo y dinero a la larga. 

7. Consulta las prestaciones gubernamentales. 

Cuando alcances la edad de jubilación de tu país, la vida laboral de tu ex puede darte derecho a recibir una prestación gubernamental superior a la que te correspondería si solo se tomara en cuenta tu historial de ganancias. Podría merecer la pena consultar si el hecho de usar la vida laboral de tu pareja es una mejor opción para determinar tu prestación gubernamental. 

8. Modifica los tipos de registros.

Piensa cómo cambiarás los registros de todas las cuentas financieras compartidas. Estos tipos de cambios de titularidad suelen requerir documentación específica. Antes de tomar alguna decisión importante, piensa en hablar con un asesor fiscal u otro profesional de las finanzas. 

9. Modifica los documentos relacionados con tu patrimonio.

Revisa tu testamento y tu gestión patrimonial, incluidos los beneficiarios designados en las pólizas de seguro y los planes de pensión. 

 

6 cosas que debes evitar durante un divorcio   

1. No te aferres a la casa.

Las casas pueden tener un valor sentimental importante para mucha gente. Al fin y al cabo, puede ser el lugar donde se crearon la mayoría de tus recuerdos favoritos. Conservarla no siempre tiene sentido desde el punto de vista financiero, en especial si el mantenimiento, la hipoteca o los impuestos sobre la propiedad implican una gran suma de dinero. Las casas suelen requerir gastos continuos e inesperados, y su valor futuro no está garantizado. Así que, si decides quedarte con la casa, asegúrate de ajustar tu presupuesto para incluir todos los gastos relacionados con ella. 

2. No ignores las posibles consecuencias fiscales. 

Muchas decisiones tomadas durante un divorcio pueden conducir a tener que pagar más impuestos. Quizá debas consultar a un gestor o un asesor fiscal para determinar qué es lo más sensato en tu situación. Asegúrate de que entiendes cómo podrían afectarte esos cambios. 

3. No te olvides del seguro médico.

Si tu cobertura de salud o la de tus hijos provenía de la póliza de tu pareja, es probable que tengas que hacer alguna modificación. Investiga todas las opciones posibles y entiende las disposiciones del seguro médico para poder seguir disfrutando de la cobertura actual durante un tiempo.  

4. No olvides que, para repartir los planes de pensiones, podrías necesitar tanto documentación específica como una sentencia judicial, lo cual depende del país en el que vivas.

Una consecuencia probable es que el plan de pensiones se considere una distribución tributable. 

5. Si necesitas parte del dinero del plan de pensiones de tu ex para cubrir gastos del divorcio, no transfieras todo el saldo a tu plan de pensiones.

Si crees que necesitarás dinero para cubrir gastos inevitables del divorcio y no puedes pagarlos con otro dinero, quizá te convenga hacer un reembolso parcial antes de transferir el saldo. De lo contrario, en función del país de residencia y el plan de pensiones, es probable que debas pagar cargos por un reembolso anticipado o que la cantidad retirada esté sujeta a gravamen.  

6. No despilfarres durante tu divorcio por resentimiento o venganza.  

Eso podría interferir en la repartición de bienes y podría considerarse como un anticipo de la parte de la repartición de bienes que te toque. 

 

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